sábado, 12 de enero de 2008

Ángel González

Hoy ha muerto Ángel González (Oviedo, 1925). Desde el curso 2004-2005 hasta el pasado he programado en mis clases de Tercero su antología de Poemas publicada en Letras Hispánicas de Cátedra, y este curso, no sé si temiéndome algo, no lo he puesto como lectura. Lo he sustituido por alguien a quien conoció y que murió en el mismo mes —casi el mismo día— de hace dieciocho años: Jaime Gil de Biedma. Nos ha cogido por sorpresa la muerte del joven escritor de 82 años Ángel González. Sus libros, recogidos en la recopilación de su obra poética ‘incompleta’ Palabra sobre palabra (Barcelona, Seix Barral, 1968 y otras ediciones), son los siguientes:

Áspero mundo, Madrid, Adonais, 1956.
Sin esperanza con convencimiento, Barcelona, Collioure, 1961.
Grado elemental, París, Ruedo Ibérico, 1962.
Palabra sobre palabra, Madrid, col. Poesía para todos, 1965.
Tratado de urbanismo, Barcelona, El Bardo, 1967.
Breves acotaciones para una biografía, Las Palmas, Inventarios Provisionales, 1971.
Procedimientos narrativos, Santander, La Isla de los Ratones, 1972.
Muestra de algunos procedimientos narrativos y de las actitudes sentimentales que habitualmente comportan, Madrid, Turner, 1976; 2ª edición corregida y aumentada.
Prosemas o menos, Santander, Ed. de Pablo Beltrán de Heredia, diciembre, 1984 (edición no venal); Madrid, Hiperión (versión muy aumentada), 1985.
Deixis en fantasma, Madrid, Los Cuadernos de la Librería Hiperión, 1992.
Otoños y otras luces, Barcelona, Tusquets Editores, 2001 .

He estado esta tarde de sábado escuchando la voz del poeta en el disco, La palabra en el aire, que grabó Pedro Guerra con canciones sobre sus poemas, y leyendo algunos de sus espléndidos textos. Descanse en paz.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

No me dejo llevar por la pasión cuando digo que Ángel González es uno de los poetas de mi hasta ahora corta vida. Desde que me deslumbrara con su "Para que yo me llame Ángel González" no he dejado de leerle y de aprender de él. Yo también escucho los acordes de Pedro Guerra en "Estos poemas" o en "Son las gaviotas, amor" como si así desmintiéramos su muerte. No cabe duda de que lo conseguimos.

A. Rivero

Anónimo dijo...

"Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita..."

Ángel González

Nunca olvidemos personalidades como esta porque en ellos la palabra alcanza su más alto grado y se llena de miles de adornos... La palabra, su palabra, que siempre esté en el aire...

Anónimo dijo...

Recuerdo cuando Senabre nos examinó de Critica literaria con un poema de Angel Gonzalez "Entonces...

Miguel A. Lama dijo...

Sí, ... en los atardeceres de verano...

Anónimo dijo...

Hacía mucho que no visitaba tu cuaderno, Lama, y quisiera agradecerte que en su día -casi 20 años ha- me dieras a conocer en tus clases a tan inmenso poeta.

SANDRA dijo...

Igual este comentario que ahora escribo resulta tardío, pero más vale tarde que nunca. Imaginé que había escrito alguna publicación sobre Ángel González y no me equivocaba. En efecto, como me dijo alguna vez, decidió cambiar a Ángel por Gil de Biedma en el temario de su asignatura y, aunque me encantó descubrir a Gil de Biedma, hubiera sido un placer recibir clases sobre Ángel González. Ojalá algún día, Miguel Ángel, podamos disfrutar de alguna clase (aunque ya no sea su alumna) sobre Ángel González.

Miguel A. Lama dijo...

Gracias, Sandra, por tu comentario. Nunca es tarde si se trata de una obra tan duradera.