miércoles, 30 de abril de 2008

Cernuda

Un sentido mágico hecho escritura conecta textos como “A un poeta muerto (F.G.L.)”, “La visita de Dios” y “Luis de Baviera escucha Lohengrin”, que hoy hemos leído y comentado en clase. En el primero de los poemas que cito Cernuda escribió que “Así como en la roca nunca vemos / La clara flor abrirse, / Entre un pueblo hosco y duro / No brilla hermosamente / El fresco y alto ornato de la vida.” En el segundo texto, escrito ya en Londres en 1938, habla del “consuelo de la voz”, y, muchos años después, en ese poema de senectud que es “Luis de Baviera...”, surge la flor, “cosa hermosa, inerme, inoperante” que se convierte en la razón de todo y a pesar de todo. Magnífico.
Yo he sentido algo hoy en clase al tiempo que no era capaz de reprimir un lamento por los tiempos que corren y por la fragilidad de nuestro espacio. La reacción del gesto de algunos no se ha hecho esperar. Así son las cosas.
Luego, después de clase, en mi despacho, dos visitas distintas me han traído ciertas confidencias sentidas sobre poesía. La vida. Un trabajo gustoso.

Ilustra este item la ilustración del estuche de un espléndido Luis Cernuda. Álbum. Biografía por James Valender. Iconografía por Luis Muñoz. Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 2002.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Por qué en un puñado de palabras somos capaces de apreciar mucho más de lo que en realidad dicen?
¿Por qué cada letra nos sitúa (espacio-tiempo) en cada uno de los momentos que nuestra vida recuerda?
¿Por qué alguien de distinta época, condición, ideología, gustos... puede retratarte?
Cernuda, gran, viejo y estimado amigo... y eso que no lo conocí nunca...
Por él, por ver en sus ojos lo que los mios pueden llegar a ver.

Anónimo dijo...

¡Qué tarde leo este comentario! Me ha parecido leer poesía.Por Cernuda siempre, y por ti.