martes, 28 de febrero de 2017

Cine y poesía en Letras


Mañana miércoles, primer día de marzo, la Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres colabora en la promoción del cine y la difusión del Festival Solidario de Cine Español de Cáceres, que se celebrará entre el 6 y el 18 de marzo. En la Plaza Erasmus se instalará un punto de información durante toda la mañana, que culminará, a las 13:00 horas con la presentación del libro de Manuel Pacheco, El cine y otros poemas, editado por la Fundación Rebross y Notorious Ediciones, con la colaboración de la Escuela de Letras de Extremadura y la Asociación de Escritores Extremeños. Participarán en ella el decano de la Facultad, José Luis Bernal Salgado; Paco Rebollo, presidente de la Fundación; Fermín Solís, autor de las ilustraciones del libro; Javier Remedios, diseñador de la edición; y Miguel Ángel Lama. Será en el Salón de Actos de la Facultad de Filosofía y Letras, a las 13:00 horas. Entrada libre. A los asistentes se les obsequiará con un ejemplar del último número de la revista Versión Original.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Abraham Gragera en el Aula literaria José Mª Valverde

Cuando una alumna te presta para que leas un libro de poemas de un poeta actual como Abraham Gragera la cosa funciona. Me imagino que uno ha podido contribuir de algún modo a que una joven filóloga consuma no solo la bibliografía obligada de sus estudios de máster, en cuyas clases gasta su tiempo, sino que también se dé a la lectura de la poesía y se deje caer con ganas en la presentación y recital de un libro de poemas. La cosa funciona si le doy a leer un libro que hace años recomendé aquí (Adiós a la época de los grandes caracteres, Pre-Textos, 2005), y ella me lo devuelve con otro que yo no había leído (El tiempo menos solo, Pre-Textos, 2012), del mismo autor. Igual de estupendo es que Abraham Gragera sea el próximo invitado del Aula literaria «José María Valverde». Intervendrá mañana jueves 23 de febrero, a las 19:15 horas, en el salón de actos del Palacio de la Isla, y el viernes a mediodía visitará el IES «Javier García Téllez» de Cáceres. Qué bueno si mañana Abraham Gragera leyese de El tiempo menos solo esos poemas que vuelven a preguntarse por (o imaginar) «La poesía», que vuelven a indagar sobre cómo expresar poéticamente algo (en «La oveja»), o que vuelven a recordarnos que la palabra se escribe (se inscribe) en el exuberante árbol de la tradición o en su diálogo con una contemporaneidad literaria que no es de lengua española. No en vano este hombre lee y traduce a autores que uno aún no ha leído. Abraham Gragera, mañana jueves 23 de febrero, a las 19:15 horas, en el salón de actos del Palacio de la Isla, y el viernes a mediodía en el Instituto de Educación Secundaria «Javier García Téllez» de Cáceres. 

martes, 21 de febrero de 2017

Bicentenario de Zorrilla

Hoy se cumplen doscientos años del nacimiento de José Zorrilla. He hablado de ello en clase. En sus impagables Recuerdos del tiempo viejo (1880), iniciados como una correspondencia con el «egregio poeta» José Velarde, como artículos-cartas publicados en El Imparcial, cuenta de esta manera aquel episodio del entierro de Larra en el que se dio a conocer: «El silencio era absoluto: el público, el más a propósito y el mejor preparado; la escena solemne y la ocasión sin par. Tenía yo entonces una voz juvenil, fresca y argentinamente timbrada, y una manera nunca oída de recitar, y rompí a leer…, pero según iba leyendo aquellos mis tan mal hilvanados versos, iba leyendo en los semblantes de los que absortos me rodeaban, el asombro que mi aparición y mi voz les causaba. Imaginéme que Dios me deparaba aquel extraño escenario, aquel auditorio tan unísono con mi palabra, y aquella ocasión tan propicia y excepcional, para que antes del año realizase yo mis dos irrealizables delirios: creí ya imposible que mi padre y mi amada no oyesen la voz de mi fama, cuyas alas veía yo levantarse desde aquel cementerio, y vi el porvenir luminoso y el cielo abierto… y se me embargó la voz y se arrasaron mi ojos en lágrimas… y Roca de Togores, junto a quien me hallaba, concluyó de leer mis versos; y mientras él leía… ¡ay de mí!, perdónenme el muerto y los vivos que de aquel auditorio queden, yo ya no los veía; mientras mi pañuelo cubría mis ojos, mi espíritu había ido a llamar a las puertas de una casa de Lerma, donde ya no estaban mis perseguidos padres, y a los cristales de la ventana de una blanca alquería escondida entre verdes olmos, en donde ya no estaba tampoco la que ya me había vendido». Conozco a gente que sabe de memoria muchos versos del Tenorio —hace años Francisco Rico evocó sus juegos a este propósito con su amigo Juan Benet— y todavía queda quien recita completo el poema que comenzaba:
«Ese vago clamor que rasga el viento
es la voz funeral de una campana;
vano remedo del postrer lamento
de un cadáver sombrío y macilento
que en sucio polvo dormirá mañana»
Aquel poema leído aquella tarde del 15 de febrero de 1837, en el entierro de Larra, cuando José Zorrilla no había cumplido aún los veinte años. 

lunes, 13 de febrero de 2017

Mora por Moga



Feliz coincidencia. El anuncio de la visita —mañana— de Vicente Luis Mora y la reseña que Eduardo Moga ha escrito sobre el ensayo El sujeto boscoso. Tipologías subjetivas de la poesía española contemporánea entre el espejo y la notredad (1978-2015) (Iberoamericana-Vervuert, 2016), Premio Internacional de Investigación «Ángel González» de la Universidad de Oviedo.

domingo, 12 de febrero de 2017

Vicente Luis Mora en Letras


El ensayista, poeta y crítico literario Vicente Luis Mora (Córdoba, 1970) hablará mañana martes en la Facultad de Letras de Cáceres sobre «Formas de desdoblamiento subjetivo en los poetas del grupo del 27: de la máscara a la cáscara». Será en el aula 31 de la Facultad, y la entrada libre, hasta completar el aforo.

lunes, 6 de febrero de 2017

Humanidades digitales


Dirigido por los profesores de la UEX Jesús Ureña Bracero y Antonio Polo Márquez, este martes por la tarde comienza un seminario científico con el título de Filologías digitales hoy. Teoría y práctica para la docencia y la investigación. Tendrá lugar en el Salón de Actos de la Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres y durará hasta la mañana del próximo viernes 10 de febrero. Intervendrán Elena González-Blanco («Humanidades Digitales y filologías hoy»); Bénédicte  Vauthier («Edición digital de textos modernos, edición académica genética»); Guadalupe  Nieto  Caballero («El corpus digital en el análisis de textos literarios»); el miércoles, Manuel Alvar  Ezquerra («La Biblioteca Virtual de la Filología Española (BVFE), una herramienta tecnológica al servicio de la investigación filológica»); Elena   Álvarez  Mellado («La lematización de textos»); Marta Negro  Romero («Recursos digitales para la lexicografía gallega contemporánea»); el jueves, Carlos Cabanillas Núñez («La red que vivimos peligrosamente»); Cristóbal Lozano («Humanidades digitales: etiquetado y análisis de los corpus de aprendices de segundas lenguas»); y el viernes por la mañana, Adolfo Lozano Tello («Fundamentos y tecnologías de portales Open Linked Data»); Manuel López Muñoz («El aprendizaje del filólogo digital»); y Antonio Polo Márquez («Enseñanza de fundamentos TIC para Humanidades Digitales»). Ilustra esta entrada el montaje utilizado para el programa y el cartel de este seminario, con el soneto de Quevedo «Retirado en la paz de estos desiertos», uno de los pocos poemas del autor de los que se conserva un autógrafo con múltiples enmiendas, y su transcripción y marcado TEI, a partir de una idea del profesor Jesús Ureña, primer impulsor de este encuentro.

jueves, 2 de febrero de 2017

Primera clase


Primera clase o última, quién sabe. Primera clase de un cuatrimestre o diezmilésima, quién sabe, después de tantos años viviendo esta sensación del primer día del actor —no finge— en una nueva función. Esta experiencia que vengo repitiendo desde hace ya treinta y un años me ayuda a comprender la paradoja de tocar el cielo y tener los pies en el suelo. Que es como yo me explico esta manera de dar las gracias a la literatura. Que lo que me ha dado tantas horas de gusto desde que comencé a disfrutar con la lectura hoy me permita tener un puesto de trabajo y ganarme la vida —como se suele decir— es un regalo, tal y como están las cosas. O, si me lo he ganado, como supongo que alguno me animará a reconocer, es una dicha, una circunstancia más que venturosa. Sea lo que sea, hoy he vuelto a clase a hablar de literatura y he vuelto a sentir cierto brillo en los ojos de quienes me escuchaban decir que estábamos en esa aula para disfrutar. Y yo les insistía en que era verdad, que iban a disfrutar; pero no conmigo, mero vicario de unos textos que realmente serán los que les darán el placer que nos ha traído aquí. Por eso no puedo comprender que un profesor advierta a sus alumnos de las dificultades que van a tener al cursar su asignatura o que les escarnezca su ignorancia, sus faltas de ortografía, sus lagunas. Es como si un médico espetase a su enfermo con una riña por no haber prevenido su mal. O, directamente, como si le dijese el primer día de clase, que no le va a curar. Por tonto. Hay que ser mala persona para no dejar pasar a tu consulta a una chavala de segundo que ha llegado tarde al examen. Para cerrar el aula y decretar que después del médico ya no pasa nadie. Creo que estoy mezclando las cosas. Lo que quería decir es que hoy ha sido otra vez mi primera clase —o última, quién sabe— y que sigo prendado de la materia que ocupa mis horas con mis alumnos.