miércoles, 31 de octubre de 2007

Gustavo Adolfo Bécquer


Hoy, en clase, una pregunta de J. sobre cómo reproducir, para leerla sobre papel, la "Introducción sinfónica" que Bécquer puso como delantal del Libro de los gorriones, cuya portada pongo aquí, me ha llevado nuevamente a la "Biblioteca de Autor" de Gustavo Adolfo en la Virtual Cervantes. Y he comprobado las extrañas limitaciones que presenta este espacio dedicado al poeta en la extraordinaria Biblioteca Virtual.
No me desagrada, al contrario, que Bécquer sea considerado un poeta moderno y ejemplar, como Luis Cernuda, o actual a la vez que clásico como Juan Antonio González Iglesias; pero que lo sea tanto como para que sus textos no estén a la libre disposición del lector, como mandan los 'cánones' aplicables a los autores antiguos de esta biblioteca virtual, ya es para preocuparse. Más, cuando lo que se encuentra el lector que quiera tener en pantalla textos tan sugerentes como "La mujer de piedra" es un 'pedefe' con la reproducción de las primeras páginas de las Obras completas del autor en la edición de Biblioteca Castro. Sólo las primeras páginas, cubierta incluida. Es extraño esto. O no.

lunes, 15 de octubre de 2007

Un inciso

A veces, en clase, nos salimos del asunto central que nos ocupa. Sin embargo, seguimos hablando de literatura. Hoy no, lo siento. Acabo de enterarme de que Juan José Millás se ha presentado al Premio Planeta. Y se lo han dado. El segundo premio ha sido para Boris Izaguirre. Lo curioso es que todas las noticias aportan, casi sin excepción, la cuantía en euros de eso.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Don Álvaro


Estamos con la espléndida pieza de Rivas en clase. Sigo incorporando nuevas referencias bibliográficas sobre esta obra que programo cada año. Hay un artículo de Antonio Hermosa en la revista Araucaria, que dirige, y que puede leerse a texto completo desde el ordenador. Se titula "Las tragedias del amor (Amor, honor y sociedad en Don Álvaro o la fuerza del sino)."

martes, 9 de octubre de 2007

Larra


La referencia es del viernes 13 de febrero de 1987. El diario El País dedicó un "Extra" a Larra con motivo de los 150 años de su muerte en el que publicaron textos Juan Marichal, Fernando Savater, Francisco Umbral, Francisco Nieva, Lourdes Ortiz, Luis Carandell, Raquel Asún, Carlos Seco Serrano, Rafael Argullol, Andrés Fernández-Rubio, Josep Fontana, Eduardo Haro Tecglen, Luis Marañón, Doris Ruiz Otín y Luis Goytisolo.
Nos interesa el texto de éste, de Luis Goytisolo, titulado "El mal novelista de El doncel". Tras la lectura y análisis de la novela, podemos tratar la opinión del autor de Antagonía sobre la singular obra de 'Fígaro'. Abro los comentarios para cuando sea.

miércoles, 3 de octubre de 2007

La novela romántica

Tanto El doncel de don Enrique el Doliente (1834), de Larra, como El señor de Bembibre (1844), de Gil y Carrasco, están tratados en este libro, que habla, además, de la novela Sancho Saldaña (1834), de Espronceda —el próximo año es el centenario de su nacimiento y tendrá que notarse en esta su tierra de acogida natal—, de la de Patricio de la Escosura, Ni Rey ni Roque (1835), o de la de la Avellaneda, Sab (1841).
El libro del profesor Russell P. Sebold, cuya autoridad tanto hemos tratado en clase —estuvo en esta Facultad hace unos años, formidable—, nos abre texto y contexto de la novela romántica en esa década prodigiosa desde 1834 a 1844.
Es, pues, una primera referencia de una bibliografía extensa que tenemos que tener a la mano. Por si hay necesidad.

La perspectiva

Primer día de clase con Tercero. Literatura Española III (Siglos XIX y XX). Hemos hablado en clase —un poquito— de ello. De la escasa perspectiva que tenemos de una porción del siglo anterior—la más cercana, la del final del programa de la asignatura. Y desde luego, porque nuestra última lectura para este año es la antología preparada por José Enrique Martínez de la poesía española desde 1975 a 1995, la publicada en la colección Castalia Didáctica. Escasa perspectiva, y bienvenida sea. De los treinta y cuatro de la antología de José Enrique Martínez, han estado en Cáceres leyendo poemas: Miguel D’Ors, Eloy Sánchez Rosillo, Luis Alberto de Cuenca, Ana Rossetti, Abelardo Linares, Juan Manuel Bonet, Andrés Trapiello, Julio Llamazares, Juan Carlos Mestre, Luis García Montero, Álvaro Valverde, Felipe Benítez Reyes, Diego Doncel, Carlos Marzal (14 poetas). Además, en Badajoz, han estado Andrés Sánchez Robayna, Olvido García Valdés —que vendrá a Cáceres en febrero de 2008—, Vicente Gallego, Jon Juaristi (4 poetas).
No deja de ser un aliciente para empezar un curso que parte del 22 de marzo de 1835 —estreno del Don Álvaro o la fuerza del sino— y que podrá cerrarse con un trabajo sobre un poema reciente de Ada Salas, amiga de esta Facultad. Quién sabe.

martes, 2 de octubre de 2007

En el principio del curso

Le robo parte del título de su nuevo libro a mi amigo Russell P. Sebold para contar que ayer, primer día de clases —no las tengo los lunes—, me llevé al aula esta su obra recién publicada, En el principio del movimiento realista. Credo y novelística de Ayguals de Izco (Madrid, Ediciones Cátedra, 2007). No tuve necesidad de mostrarla, enfrascado principalmente en la explicación de los objetivos y de los contenidos de la asignatura, Literatura Española del Siglo XIX, con la concreción de todos sabida sobre Novela Española del Siglo XIX, precisamente. Pero sabía que podía ser el primer acontecimiento bibliográfico de este curso que ahora iniciamos.
Lo será en estos días y, seguro, más, cuando hablemos de algunas formas populares de difusión de la novela decimonónica y de estas actitudes realistas en lo narrativo que el profesor Sebold se empeña en mostrar con razón, contra los lugares comunes de la historiografía literaria. La verdad es que es un placer comenzar un curso sobre novela decimonónica con una novedad literaria tan combativa y juvenil como la de este ensayista egregio y casi octogenario. Y, si no, y sólo por abrir boca, que se lean algunas líneas del ‘Prefacio’, en el que la sorna del profesor protesta por la reducción de un siglo a los últimos treinta años, desde 1870; habla de los especialistas del siglo XIX que pululan por los congresos, seminarios y otras reuniones, y a quienes llama treintañeros; y carga contra personalidades como don Marcelino Menéndez Pelayo o José F. Montesinos, cuya Introducción a una historia de la novela en España en el siglo XIX es calificada como “volumen absolutamente contraproducente para quienes quieran comprender la formación del género que aparentemente se estudia en él.” (pág. 14).
No me digan que esto no es un acicate sublime para aprender literatura del siglo XIX, el ‘completo’, no el de los treinta años. Y para que se lancen contra él muchos colegas.
Y a todo esto, el libro es una excelente propuesta de análisis de la obra de Wenceslao Ayguals de Izco (1801-1873), principalmente de sus novelas María, la hija de un jornalero (1845-1846) y La marquesa de Bellaflor (1846-1847), que no están editadas modernamente. Ni siquiera el autor figura en el catálogo de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Sin embargo, no es ningún desconocido, ni un autor menor; no es una rareza. El libro de Sebold pone sobre la mesa una necesidad que a estas alturas puede resultar sonrojante.
La propuesta con el libro de Sebold consistirá en rastrear constituyentes del realismo decimonónico en variantes genéricas anteriores a 1870, por tomar la fecha que sirve al autor como punto de partida de su refutación.