Debería ponerse a la entrada de los colegios, de los institutos y de los ministerios. La escribió Galdós en enero de 1881, y fue la dedicatoria para su novela La desheredada, que vamos a empezar a leer en clase:“Saliendo a relucir aquí, sin saber cómo ni por qué, algunas dolencias sociales, nacidas de la falta de nutrición y del poco uso que se viene haciendo de los benéficos reconstituyentes llamados Aritmética, Lógica, Moral y Sentido Común, convendría dedicar estas páginas... ¿a quién?, ¿al infeliz paciente, a los curanderos y droguistas que, llamándose filósofos y políticos, le recetan uno y otro día?... No; las dedico a los que son o deben ser verdaderos médicos: a los maestros de escuela.”
Hoy hemos dedicado las horas a introducir la novela hablando del Naturalismo. Me gusta mucho hablar de esta manera de plantearse la realidad como materia novelable.



